viernes, 22 de febrero de 2013

Tres vidas.

Tres personas, dos de ellas cuerpos inertes. Todos ellos son mi rostro y cuerpo. Algo ataqua a aquella que aún sigue en pie, pero a quien se llevan es a uno de los cuerpos. Entra en pánico y arrastra el otro cuerpo, gota de agua de ella misma, por un largo pasillo. Piensa: "Los cuerpos son mis vidas, ya he perdido una. Si pierdo esta, me quedaré sin vidas. La próxima seré yo". Paró, cansada del peso que carga.
Unas manos se aproximan a lo largo del pasillo, hacia el cuerpo que tanto intenta proteger. La chica intenta arrastras su otro cuerpo, pero es tarde. Se prepara para gritar, pero las manos acarician, no matan. Extrañada mira esa escena, tan extraña a la vista. El pánico aumenta mientras observa con cautela, las manos no tienen cuerpo ni cara a la que poder mirar para interpretar sus intenciones. Sin rostro al que poder mirar, esas caricias podían ser tanto cariñosa como tranquilizadoras para luego atacar. 
Abro lo ojos, "¡No, no!" Es un sueño. Desvió mi mirada del techo, hacia un lado, y veo como un lobo de gran nariz iluminada me mira con enfado. Desvió la mirada de esos ojos que debían ser una ilusión. Corro hacia la luz sin mirar a ningún sitio, y respiro tranquila al ver que todo sigue igual. Pero mi mente esta intranquila. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario