viernes, 10 de febrero de 2012

Preguntar al viento

Como respuesta obtuve un silencio, como conclusión lo obvio y como resultado del silencio miles de lágrimas sin respuestas. Fue como haberle preguntado al viento si habría tormenta, y al no contestarme, suponer que si... pero había un día soleado. Dos posibles respuestas, pero ninguna confirmada.... sólo silencio. 
Diana

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