Ya ni si quiera hay palabras, sólo una pequeña cabeza llena de pensamientos silenciosos.
Pensamientos breves, como una brisa de aire cálido en un inmenso glaciar. De esos que cuando te das cuenta de que están, ya se han ido y dudas de si han estado alguna vez. Mi mente, revoltosa como siempre ha sido, se entretiene recolectando diversidad de susurros silenciosos, sin tiempo para pensar en unos porque ya han llegado otros. Mi dulce y caótica forma de pensar... que dan forma a estos ojos curiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario