Desilusión tras desilusión, caída tras caída, ¿por qué las almas buscan ser de dos? Tengo tantas ganas de gritar, tantas ganas de llorar, pero todos estos sentimientos, se ahogan en un suspiro de debilidad. Quisiera ser una niña otra vez, para volver a sonreír de felicidad y no de falsedad, cuando jugando con mi muñeca, no importaba nada más que jugar.
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