Quizás, sólo quizás, no sirva de nada escribir. Y quizás se sepa que la vida no es nada más alla de lo que podemos llegar a ver, pero que aún así nos empeñamos en creer en que hay algo más. Yo no sé muy bien si hay más o hay menos, y no tengo ganas de escribir (y no conozco la razón) pero lo único que deseo ahora es SANGRAR, ya que la desesperación me asecha, y por desgracia las lágrimas no caen.