Mis lágrimas cayeron sin haber consuelo existente entre unas u otras, por la simple idea de que mañana no veré tus ojos ni besaré tus labios. Me duele pesar que será como en esa época en la que no te tenía, que miraba alrededor y no te veía... y tengo miedo, del recuerdo de aquella decepción por la última vez que te fuiste tan lejos.
Y besaba con prisa y desesperación tus labios, porque a saber cuando volvería a sentir tus caricias... que sé que será pronto(L) pero para mí será eterno.
Diana
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