Deseo llorar, hasta que mi corazón encuentre un alivio o al menos un consuelo al que aferrarse. Desearía no tener que sentirme tan desolada y desilusionada. Desearía ver más apoyo para no tener que enfrentarme a mis demonios sola.
Pero no puedo obligar a mi corazón a que sienta consuelo. Ni a mi mente a no sentirse desilusionada. Y mucho menos no puedo decir a nadie lo que tiene que sentir o hacer.
Llego a la conclusión de que mis deseos egoístas serán al no poder cumplirse, ya que en mi persona cabe siempre pensar en los demás antes que en mi. Es justo no poder desear, tener el mismo trato. ¿Cierto?
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