¿Qué habré hecho mal...?
Después de luchar, me rendí. Sin entender que debía hacer, simplemente me rendí.
Pese a ello creí que merecía que lucharan por mí, creí que pasaría, pero día tras día esa esperanza se desvanecía. Y con todo ello lo único que me ha quedado es un vacío... ese espacio sin ocupar que todavía huele a un olor que en algún momento creí mio sin que lo fuese.
Ahora entiendo como es sentir un amor no correspondido.
Aunque nunca se sepa, mis últimas decisiones tomadas no son producto del odio. Son el resultado de un deseo: dejar de ser masoquista, sentimentalmente hablando. Me arriesgue a observar cosas y no pude con el golpe.Y ahora sólo queda que desaparezca el sentimiento de haber echo algo mal... y dejar de sentirme tan terriblemente golpeada.
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