Por favor, que se callen los gritos... que paren de volverme loca. Que se apaguen las voces y que por una vez en lo que se supone que es un hogar, haya paz. Un día un poco odioso el de hoy, y más ahora que la voz me falla por un intento de silencio totalmente fallido. Ojalá que mi familia tuviese siempre buenos días, pero eso es pedir algo similar a ser millonario de un día para otro: imposible.
Perdónenme por que la entrada no este bien escrita, ni siquiera con metáforas como la mayoría de las veces... pero es que con esta situación hasta falta de inspiración me faltan.
Diana
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