Esta vez a sido distinto, no estaba jugando como muchas otras veces. Hoy, quería que fuese la última. Que acabasen las pesadillas, el dolor, los gritos, la angustia... pero creo que si sigo aquí es porque me espera vivir algo importante aún.
Hace menos de cuatro horas, cuando mi última gota de sangre calló al suelo, deseaban que siguiesen cayendo pero ¿por qué? Hace poquísimos días que había vuelto a ser yo misma, sin angustias ni penas, y de repente estaba de nuevo ahí en el punto de partida. Y todo por una pulsera, entregada del peor modo que pudiese imaginar... que en menos de un segundo volvió a abrir esa herida que creía que empezaba a sanar. Pero ahora, que mis líneas de sangre insiste en sanar me doy cuenta del error que pude haber cometido si hubiese seguido con mi cuchilla 5 segundos más. Sólo espero que esto se quede entre mis personas cercanas y yo, entre mis lectores y yo... porque no veo motivo para que sea un "llamar la atención" sólo es un recuerdo que tiene que quedar grabado en mi piel y del que debo aprender que tonterías como esas debería haberlas dejado atrás hace ya mucho tiempo. Espero que él no lea nada de esto, que allá olvidado mi blog (si alguna vez se acordó) de la misma manera que parece haberme olvidado a mi :(
Diana
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