Hoy es uno de esos días en los que no puedo mirarme al espejo. Intento no mirarme mucho la mayoría de los días para evitar esta situación, pero hoy me ha trancado con la guardia baja y me ha cogido, pero bien. En un rato voy a salir y a cada murmullo que oiga a mi alrededor pensaré que es hacia mi, que esas palabras cargaran algo malo hacia mí. Estos días deberían ser de aislamiento domiciliario, en los que me enfunde unos pantalones de pijama y este acostada en mi cama haciendo tareas. Pero debo salir, no puede dejar que esto me siga controlando, simplemente... tengo que asumirlo. Quererme un poco más a mi misma todos los días y no sólo a ratos.
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