Llenar el corazón de humo y alcohol para no poder sentir nada, produce un alivio momentáneo pero agradecido. Aun así, el humo se disuelve atraído por el viento y el alcohol abandona su efecto dejando al corazón, otra vez, lleno de lágrimas.
Ojalá no pudiera sentir nada, ojalá pudiese respirar sin que me duela o dormir sin pesadillas. Añoro el momento en el que deje de sentir el pecho dividirse en dos, ese momento en el que mi corazón sea hielo y no sé deje herir.
He llegado al punto de estar cansada de sentir. Me he quedado sin fuerzas. Todas mis energías se concentran para que mi cuerpo aguante las ganas de llorar, de derrumbarse. Estoy cansada de sufrir pero por alguna razón mi cuerpo y mi mente no creen que sea suficiente... y me hacen sentir... hasta que la almohada queda empapada en lágrimas, hasta que la agonía es amortizada con gritos, hasta que el dolor en el pecho te deja sin aliento...
Ojalá pudiese parar este dolor con un interruptor.
Ojalá pudiese parar este dolor con un interruptor.
Ojalá encontráramos ese interruptor... Si lo haces, no dejes de avisarme.
ResponderEliminarYo también necesito un interruptor, hasta ahora solo he encontrado imitaciones:
http://laberintodemisespejos.blogspot.com.es/2016/02/he-descubierto-que-hay-otro-tipo-de.html
http://laberintodemisespejos.blogspot.com.es/2016/02/un-nuevo-dolor_5.html
¿Has entrado en mi cabeza para saber exactamente lo que siento pra luego ponerlo en un post? Gracias por poner en palabras lo que mi mente dea gritar al mundo...
ResponderEliminarGracias a ti por tus palabras.
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