Llorar no es de débiles. No eres débil por tener sentimientos. Las lágrimas tienen su función, como todo en este desastre mundo, y no se trata de hacerte o sentirte débil. El acto del llanto emocional es universal, nos caracteriza como humanos y es una "expresión específica del hombre". Se trata de un acto para expresar que nuestro dolor es real, que no se trata de un acto para dar pena o incitar a que te consuelen. Se trata de algo personal que no tiene más objetivo que el beneficio propio.
La fuerte tensión emocional te hace llorar, y da igual la clase de personas que creas ser o seas porque te pasará. Es un alivio emocional, psicológico, que se experimenta con mayor o menor intensidad dependiendo de la persona.
Debilidad no sería la palabra exacta para describir a la persona que, pese a todo, levante la barbilla y siga adelante con ojos rojos y nariz mocosa. Sí, llora si crees que debes hacerlo. Y, sí, llora si sientes que tienes que hacerlo. Lo importante de este acto es no ahogarte en un mar de lágrimas, confundido por señales del corazón: llora, toma aire, saca lo que te duele y sigues adelante.
Sobretodo, sigue adelante.
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