Todo lo que creo o he creído algún día se basa en muchas farsas que mantienen viva la mentira. La vida te deja creer que las dudas son desvaríos emocionales que tu mente se inventa, pero poco después descubres que es todo verdad: que cada duda que has tenido (por muy pequeña que sea) al final te va a llevar a una gran verdad. Será entonces cuando te arrepientas de no haber hechos caso a tu instinto, que te gritaba a gritos que hicieras lo correcto.
Mucha gente cree que el infierno no existe, pero yo a veces creo estar metida en uno. No es como la imaginación y la televisión nos hace creer: un lugar lleno de llamas, laba y fuego con demonios por doquier... es más bien el sufrimiento diario, la desilución y la decepción que supone darte cuenta de la realidad.
Ahora sólo deseo desconectar de todo esto, dejar atrás los trabes y sufrimientos, las noches en vela, la decepción continua al descubrir otra realidad dolorosa que te brinda la vida...
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