La única persona que es culpable de una perdida, es la persona misma. Es así, que yo misma e puesto en riego la razón de mi existir: a ÉL. Y es ahora cuando por mucho que diga o haga, me doy cuenta de que lo que de verdad iba mal entre nosotros era sólo mi cabeza y yo.
Ahora espero lo inevitable, perderlo para siempre. Y espero este echo con tranquilidad, porque encontraré maneras para autocastigarme por ser TONTA.
Diana
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